Partituras con cifrado americano en el Piano

Las partituras han sido por mucho tiempo una forma de estandarizar la expresión escrita de la música. Escribir una canción haciendo uso de símbolos como blancas, negras y redondas, permite comunicar la ejecución de una pieza sin importar los rasgos culturales, como el idioma o la nacionalidad, dando a dichos símbolos un carácter de universalidad. Sin embargo, ese convencionalismo del lenguaje musical puede alterarse muchas veces, y las partituras con cifrado americano son un ejemplo de ello.

¿Qué es el cifrado americano?

El cifrado americano es una notación musical traída de la cultura inglesa que permite definir los acordes con letras y símbolos. Se caracteriza por ser una forma sencilla de comunicar extensas y complejas formas musicales, permitiendo una amplia gama de posibilidades para que los músicos puedan expresar sus ideas de forma concisa y entendible. Esto es, en lugar de escribir acordes en un cuaderno pentagramado, señalando las alteraciones (sostenidos y bemoles) y cuidando el buen detalle de la tradicional notación musical, se expresan mediante cortas combinaciones de letras y símbolos previamente definidos.

Por ejemplo, para señalar las notas musicales se usan letras en mayúscula: 

• Do – C
• Re – D
• Mi – E
• Fa – F 
• Sol – G
• La – A
• Si – B

A su vez, en caso de ser necesario, a tales notas se les puede añadir otras letras y/o símbolos para indicar que son acordes mayores, menores, dominantes, disminuidos, aumentados, etc. (véase cifrado americano)

Cifrado Americano en partituras

Las partituras son una representación directa de la idea que el compositor o la persona encargada de hacer arreglos quiso expresar. En ella se encuentran integrados los conceptos de melodía, armonía y ritmo de una forma muy concisa y entendible por todo aquel que tenga un conocimiento previo en teoría musical. De hecho, la única forma de interpretar de manera precisa una pieza musical, expresando los sentimientos del autor, es siguiendo detalladamente las instrucciones que las partituras representan. Porque, en efecto, las partituras se pueden ver como una serie de instrucciones que, al seguirse correctamente, pueden dar como resultado una admirable interpretación musical. 

 

Pero, ¿Qué pasaría si esas instrucciones no estuviesen detalladas o si fuesen reemplazadas por frases más cortas y simples? En ese caso habría que poner en práctica varios conocimientos musicales e integrarlos para lograr la interpretación deseada. Este es el caso de las partituras escritas con la ayuda del cifrado americano. En la siguiente imagen se puede ver como lucirían.

Se puede ver la distintiva simplicidad que la partitura adquiere al escribirse con ayuda del cifrado americano. Así, para entenderse, deben identificarse los dos puntos principales en ella:

• La línea melódica: escrita con el tradicional uso de símbolos musicales en el pentagrama, como las negras, blancas y redondas. 
• La progresión de acordes: escrita comúnmente sobre el pentagrama y usando la notación definida por el cifrado americano.

Otros detalles, como el ritmo, bajos y la integración de melodía y armonía suelen depender de la destreza del músico intérprete y de la canción misma. 

Partitura con cifrado americano en el Piano

Cuando pensamos en las partituras de alguna pieza musical para el piano, lo primero que viene a nuestra mente es una doble notación en el cuaderno pentagramado, una para la clave de Sol y otra para la clave de Fa. Es decir, la notación tradicional ilustra detalladamente lo que hace la mano izquierda y la mano derecha al momento de ejecutar una pieza en el piano (véase partituras de piano). Sin embargo, las partituras con cifrado americano para el piano no detallan qué hace cada mano. El músico podría decidir tocar la melodía con la mano izquierda y los acordes con la mano derecha, o viceversa, e interpretar grandiosamente la canción. Pero, como tales partituras no especifican completamente lo que el autor quiere expresar, la canción final puede tomar varios caminos, quedando incluso bajo la improvisación del músico intérprete.

 

Entonces, cuando un músico se encuentra con unas partituras escritas con cifrado americano, debe verlas solo como una referencia a la canción original. La única forma de interpretar de forma precisa la canción original será escuchándola previamente y complementando el aprendizaje por medio auditivo junto con las partituras de referencia. Sin embargo, este no parece ser el motivo principal de este tipo de partituras puesto que las notaciones tradicionales ya cumplen ese trabajo. En cambio, las partituras escritas con el cifrado americano otorgan al músico más libertad para interpretar la pieza, dado que solo le indica los aspectos más importantes y, a su vez, más generales. 

 ¿Cómo interpretar las partituras con cifrado americano en el piano?

Ciertamente no hay una sola forma de interpretar este tipo de partituras, y menos en un instrumento tan versátil como el piano. Así, debido a que se ilustra la línea melódica con los acordes sobre ella, se podría pensar en tocarlas ambas simultáneamente. Sería una forma muy acertada de comenzar una interpretación sobre este tipo de partituras. Sin embargo, es en este momento cuando la destreza de la teoría musical, así como de la práctica del instrumento, son necesarias con el fin de agregar (o quitar) expresividad a la canción. Esto se hace con ayuda de escalas, manejo de los bajos, cromatismos, modos, poliritmos, etc. Para ello se puede tomar como base los consejos señalados a continuación:

Consejos básicos para la interpretación

• Cuando nos enfrentamos a unas partituras, sin importar de qué tipo sean, es importante identificar la tonalidad en la cual se encuentra escrita la canción. Esto se logra al ver las alteraciones (sostenidos y bemoles) presentes en la armadura (véase tonalidades). 
• Una vez hallada la tonalidad de la canción, se procede a identificar en el piano todas las teclas que corresponden a notas pertenecientes a dicha tonalidad. Así, la línea melódica y los acordes señalados en la partitura deben caer sobre las teclas identificadas. En caso contrario, las notas usadas pueden ser cromatismos utilizados por el autor para el desarrollo de la canción. Este paso puede omitirse si se tiene una experiencia previa con el piano.
• Se procede a tocar la línea melódica con la mano derecha de manera pausada, respetando el tempo de la canción. Este proceso puede repetirse cuantas veces sea necesario hasta familiarizarse con la melodía. 
• Se identifican todos los acordes presentes en la canción y se tocan en redondas, practicando así el cambio de posición entre cada acorde con la mano izquierda.

 

• Luego de haber practicado cada mano de forma individual se procede a tocar la melodía y la armonía simultáneamente. En este paso no es posible saber cuánto se debe esperar para hacer el cambio de acordes de la mano izquierda. Esa unión entre la melodía y la armonía se identifica de manera visual en la partitura. Esto es, generalmente los acordes se sitúan encima de la nota sobre la cual se comienza a tocar y, a su vez, esa nota suele coincidir con un tiempo fuerte del compás (véase tiempos fuertes y débiles).

Consejos para el músico con experiencia

Si se siguen los consejos anteriores se puede obtener una versión simple de la canción, en la cual una línea melódica se reproduce mientras ciertos acordes van cambiando. Sin embargo, al encender la radio o reproducir un disco la realidad es diferente. Muchas canciones pueden ser escritas usando partituras con cifrado americano sin la necesidad de perder complejidad, expresividad y sentimiento al momento de ser ejecutadas. Por ello, se pueden seguir los siguientes consejos con el fin de enriquecer la interpretación de la pieza:

 

• En lugar de hacer sonar los acordes continuamente durante todo el compás o hasta que llegue el siguiente, es muy práctico usar arpegios. Los arpegios pueden tener un rol de línea melódica secundaria, haciendo que la pieza sea dinámica. Estos consistirán en tocar combinaciones sucesivas de las notas que componen cada acorde. Así, por ejemplo, si debemos tocar el acorde de Mi menor (Em), el cual está constituido por las notas Mi, Si, y Sol, se pueden tocar dichas notas una tras otra repetidamente en lugar de las tres al mismo tiempo. 
• Si los acordes se sitúan en los tiempos fuertes de cada compás es conveniente tocar con fuerza la tónica (nota principal) de los acordes. Con ello se imita el papel del bajo y la canción adquiere consistencia. Así mismo, si se tiene experiencia previa en bajos, se pueden añadir arpegios en las octavas más graves del piano.
• A la línea melódica se puede añadir una segunda línea que sea tocada simultáneamente con la original. Esto se puede lograr tocando junto con cada nota la tercera, quinta u octava de dicha nota (véase intervalos musicales).
• Si la línea melódica se repite en ciertos compases se pueden variar las octavas en las cuales se toca con la mano derecha. Por ejemplo, si en una primera repetición se tocó en cierta octava del piano, en la siguiente se puede tocar una octava más arriba. 

 

Entonces, seguir todos estos consejos servirá de base para que el músico pueda entender una partitura con cifrado americano y proceda a interpretarla. No obstante, el éxito de tal interpretación reside en el estudio, la práctica y la improvisación, todas guiadas por la creatividad. En el mismo orden de ideas, los consejos anteriores no representan la única forma de ejecutar el piano con base en una partitura con cifrado americano. El músico podría tocar los acordes con la mano derecha y la línea melódica con la mano izquierda sin perder el sentido de la canción. Así mismo, se pueden encontrar una gran cantidad de combinaciones para hacer los arpegios. Todos estos aspectos dependen de la intención del músico, del tipo de canción que se esté ejecutando y de las mismas partituras.

Partituras con cifrado americano: un legado

El uso de las partituras con cifrado americano se origina con los músicos de jazz. El jazz es un género musical caracterizado por sus complejas progresiones de acordes, elaboradas líneas melódicas y naturaleza improvisativa. Así, debido a la extensa instrumentación y estructura del género, los intérpretes del jazz tuvieron que idear una forma más práctica de realizar anotaciones musicales que pudiesen alterar fácilmente. Esto dejaba una amplia tarea de memorizar el resto de arreglos que se excluía de sus partituras, originando la famosa habilidad de improvisar que muchos músicos del género manifestaron. 

La partitura con notación americana ha sido un legado que ha trascendido a través de los años y se ha adaptado a la conveniencia y a la necesidad. Cada vez hay más músicos que acuden al uso de estas partituras, tanto para el complemento de sus estudios musicales como para el uso cotidiano de la notación musical. 

Ventajas y desventajas

Como ya se ha visto, no hay un parámetro absoluto para el uso de las partituras y su aplicación sobre los instrumentos. Cada músico puede encontrar en las herramientas el uso que mejor se adapte a sus necesidades. Sin embargo, se pueden señalar ciertas ventajas de  las partituras con notación americana frente a las partituras tradicionales:

 

• Facilitan la comunicación de ideas entre agrupaciones musicales debido a que se pueden interpretar sin importar el instrumento que se ejecute.
• Resulta más práctico al momento de escribir varias versiones de una misma canción en diferentes tonalidades.
• Ayuda a identificar aquellos acordes que pueden usarse junto con la melodía.
• Otorga libertad al músico para que desarrolle la improvisación con base en la línea melódica.
• Debido a su simpleza, permite agregar directamente alguna modificación sobre los acordes o la línea melódica.

 

Conclusión

Las partituras con cifrado americano son una herramienta muy versátil que no requieren mucho conocimiento sobre música para comprenderse, útil para aquellos que están comenzando sus estudios de teoría musical. A su vez, el piano es un instrumento muy útil cuando se trata de interpretar esta clase de partituras, e incluso facilita la improvisación sobre las mismas debido a su carácter visual, en comparación con otros instrumentos. Todo músico que desee expandir sus habilidades teóricas y prácticas debería ejercitar la lectura de partituras tradicionales y la escritura de canciones, propias o no, haciendo uso de las partituras con cifrado americano.